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¿Hasta dónde llega el SER?

Esta es una pregunta que deberíamos hacernos toda persona relacionada con el ámbito del Crecimiento Personal y el Bienestar Social. ¿Dónde acabas TÚ? ¿En tu piel, tu familia, tu ciudad? ¿Hasta dónde llega tu «sentir» o tu «sufrimiento»?

Gran parte de los enfoques psicológicos modernos se fundamentan en las ideas psicoanalíticas de Freud. John E.Mack indica muy acertadamente, que la sociedad en la que vivió Freud y los pacientes a los que con frecuencia atendía pertenecían a una sociedad rígida y reprimida burguesa. Su trabajo era sacar a relucir los hechos reprimidos y traumas relacionados con la sexualidad y la agresión. Sin embargo, a día de hoy, gran parte de nuestros problemas no tienen que ver con la sexualidad. Nos enfrentamos a nuevos desafíos para la Salud Mental que van mucho más allá que los problemas individualistas. Debemos contemplar la posibilidad de pasar de una psicología sólo centrada en el individuo a una psicología relacional de la Tierra mucho más amplia, que conecte a las “personas” con otros seres vivos  y el planeta.

El enfoque moderno en psicología considera al ser humano un contenedor cerrado, independiente y automotivado por necesidades «egocéntricas» que busca el placer sensorial y evita el dolor. Los Manuales de diagnóstico mental están orientados a un enfoque individualista sin tener en cuenta el contexto de relaciones ni ambiental, es decir, sin considerar lo que algunos autores han denominado el “inconsciente ecológico”. Esta carencia de comprensión sobre cómo el medio puede afectar a nuestra salud y viceversa, es decir, un paradigma «EcoCéntrico«, es resultado de siglos de un enfoque dualista donde encontramos opuestos la Razón y la Emoción, la Ciencia y la Espiritualidad o la Materia y la Energía. La Ecopsicología recupera el saber tradicional indígena de aquellas sociedades que viven en armonía con la Tierra y donde no existe tal polaridad ni dualidad. Lo que hemos observado, es que estas personas tienen despierto su «SER ECOLÓGICO».

Inconsciente Ecológico

La idea de una psicología y ecologías profundas en la que el SER no tiene límites definidos,  permite a Theodore Roszak, lanzar la idea de un “inconsciente ecológico” (Anima Mundi) que yace en lo más profundo de nuestra psique y establece una profunda conexión permanente entre nuestra Mente y el Planeta. Roszak argumentó en su popular libro “Voces de la Tierra” que la ecología y la psicología se necesitan mutuamente y que la represión de la inconsciencia ecológica es la raíz más profunda de la locura de la sociedad industrializada. Considerar, que en nuestra memoria social quedan Traumas Ambientales nos hace plantearnos:

¿Y si los terremotos y sequías que vivieron nuestros antepasados son origen de nuestros problemas mentales?

¿Y si los miedos, ansiedad y estrés del mundo civilizado se relacionan con catástrofes naturales de nuestros ancestros?

¿Y si los problemas alimenticios proceden de épocas de hambruna de hace décadas?

Abrir la puerta a la inconsciencia ecológica es el camino a la salud

Theodore Roszak

Ser Ecológico

Arne Naess definió el “ser ecológico” como la parte del ser humano que permite conectar con la comunidad y el entorno como un todo. Este concepto, es similar al de «InterSer«, del popular escritor budista Thich Nhat Hanh, que describe la interconexión y la dependencia mutua de todos los seres y fenómenos. En el “Ser Ecológico” la división entre los mundos internos y externos es arbitraria e histórica ya que los límites son permeables y fluidos. A diferencia de la visión psicólogica tradicional en la que el ser finaliza en la piel (Freud), las filosofías que sustentan las técnicas de Conexión con la Naturaleza, basadas en el panpsiquismo, el ecologismo profundo o el chamanismo y que sustentan las bases de la Ecopsicología, interpretan que todas las formas físicas y materializaciones de la vida son inseparables de la conciencia. Si nuestro “SER” amplia sus límites a uno “ECOLÓGICO” en el que la energía de la Tierra fluye a través nuestra, actuaremos de manera natural para cuidarla. El “instinto ecológico” no surge ni por cuestión moral ni ética sino por sentir y placer. Esto cambia radicalmente el enfoque sobre la crisis planetaria porque en lugar de poner el peso y la responsabilidad en las políticas ambientales y sus «normas» buscamos que cada individuo conecte con el medio que le rodea y desarrolle el impulso de cuidarlo, respetarlo y regenerarlo.

Cuarta Fuerza

Sarah A.Conn habla de una “cuarta fuerza”, más allá de las 3 fuerzas de la psicología:

  1. Psicoanálisis → Inconsciente y los conflictos internos
  2. Conductismo → Comportamiento observable y condicionado
  3. Humanismo → Potencial humano, autorrealización y experiencia
  4. Cuarta Fuerza → Espiritualidad + Ecología + Conciencia Planetaria

Esta Cuarta Fuerza es una visión interdependiente y global de la Naturaleza Humana que trasciende el enfoque individualista (incluyendo la conexión con la Tierra y el Universo), integra la dimensión transpersonal, ecológica y espiritual en la práctica terapéutica y responde a crisis ambientales, sociales y espirituales como síntomas de una desconexión profunda entre el ser humano y el mundo natural. Hagamos un ejercicio práctico sobre la salud de tu «Cuarta Fuerza» respondiendo a estas preguntas:

¿Qué conoces del suelo que habitas?

¿Cómo es la pluviometría en tu localidad?

¿Qué tipos de árboles hay a tu alrededor?

¿Cuándo y porqué fueron sembrados?

¿Cómo es tu cielo?

Este aspecto de la Psique Universal quizás tenga que ver con lo que en Oriente llaman la Mente. En Occidente, confundimos «Mente» con «Cerebro» pero para los Budistas, la Mente subyace al Universo y a toda la materia. La Conciencia es una propiedad de la Mente que permite la propia Experiencia autoperceptiva y autoreflexiva. A través del desarrollo y expansión de la “Mente” podemos explorar el “Ser Ecológico” como un aspecto de nuestra consciencia más amplio. Para las personas que llevan a cabo experiencias de “Naturaleza Salvaje”, la apertura a la naturaleza “cruda” y “viva” es tan potente que la vuelta a la “normalidad / civilización” donde se prima una Mente comprimida, limitada y normativa, puede ser dolorosa, motivo por el cual es recomendable disponer de hábitos conscientes que permitan la adaptación y el balance como Yoga, Meditación, Aromaterapia, etc.

Si no conocías los conceptos de Inconsciente Ecológico, Ser Ecológico o Cuarta Fuerza te invito a que reflexiones sobre ellos y cómo puedes integrarlos en tu vida. Quizás, la próxima vez que veas un árbol seas «consciente» de que ese árbol eres tú y que tú eres ese árbol

Puede haber ocasiones en las que, repentina e involuntariamente, nos encontramos amando el mundo natural con una intensidad sorprendente, en un arrebato de emoción que quizá no comprendamos del todo, y la única palabra que me parece apropiada para este sentimiento es alegría

Michael McCarthy

© Este texto ha sido escrito por Helena Chacón PhD para la Formación en Baños de Naturaleza de IIBN. Todos los derechos reservados.

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